miércoles, 29 de octubre de 2008

SIN TITULO

Miradas perdidas,
comentarios sarcásticos,
creen saberlo todo porque están en su hábitat.

Ingenuos, no se atreven a ver más halla
de lo que sus pequeñas mentes les permite ver.
Por su cerebro no transita la idea
de ser, en cierto modo, inferiores a ti.

Por tu condición de fuereño
ni siquiera se imaginan el alto contenido
del que les puedes proveer.

Ahora, el día empieza a decaer,
la noche espera paciente
su momento de aparecer.

En el instante en que la luna ilumine
y llene de sombras la ciudad,
ellos tendrán que descansar,
y tú, posiblemente,
sus vidas les arrancarás.

No hay comentarios: